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URGENTE E IMPRESCINDIBLE MOVILIZACIÓN

Francis Wurtz, Presidente del Grupo GUE/NGL, interpela a la Comisión europea

Jueves 16 de diciembre de 2004

Es probable que numerosos parlamentarios europeos, tomados individualmente, esperen del Presidente Barroso, que responde favorablemente a las tres peticiones del Presidente Wurtz.
No será el caso probablemente y es la Sociedad Civil europea quién debe pesar pronto y mucho sobre sus cargos electos europeos para hacerles saber que esperen de ellos tomas de posición claras y rápidas para que, con respecto a esos tres asuntos, expresen muy claramente la opinión de su electorado y que no se dejen influir por una disciplina de grupo que, a menudo, va contra su intima convicción.

miércoles 15 de diciembre de 2004.

Orientaciones estratégicas de la Comisión
Declaración de Francis Wurtz, Presidente del Grupo GUE/NGL
Estrasburgo, el 14 de diciembre de 2004
Señor Presidente,
Dado el perfil político dominante de la nueva Comisión, sería un poco temerario por parte de mi grupo pedirle poner en práctica un conjunto de orientaciones estratégicas que corresponda a nuestra visión de Europa. Sin embargo, a la vista de la potencia inesperada de los vientos de frente que soplaron en su investidura, me permito recomendarle al Sr. Barroso dirigir, a los conciudadanos que no se encuentran alineados con sus opciones, dos o tres señales claras que les hagan entender que ha oído su mensaje.
La primera señal podría referirse al proyecto de directiva sobre la liberalización de los servicios, comúnmente llamada "Directiva Bolkestein". Este texto cristaliza en los movimientos sociales - incluso en la Confederación europea de sindicatos- todas las prevenciones contra el modelo liberal. Y con razón ! En el centro de este proyecto, figura la famosa "ley del país de origen" encaminado a permitir a una empresa prestadora de servicios, aplicar en todos los países miembros, les leyes sociales vigentes en el Estado de su domicilio social. Eso sería una máquina de fabricar “dumping” social, una clase de mecanismo de "pabellones de conveniencia" generalizado a todos los servicios. Mi convicción es que nuestros conciudadanos no aceptarán tal medida. Mi petición es simple, Sr. Barroso : ¡retire la Directiva Bolkestein y entable un extenso debate sobre el tema!
Une segunda señal podría apuntar al proyecto de instalar centros de retención para refugiados y emigrantes sobre la orilla meridional del Mediterráneo o en otros países exteriores a la Unión. ¡Es un proyecto indigno! Con todo, la antigua Comisión, al lanzar y al financiar proyectos-piloto, legitimó esta deriva. Allí aún, mi petición es simple: pare definitivamente estos proyectos.
La tercera señal debería, según nosotros, tocar al interminable y dramático conflicto del Próximo Oriente. La Unión es coiniciadora de la "Hoja de ruta" que preveía la creación de un Estado palestino en 2005. Estamos al final de 2004. Nuestro compromiso no ha conocido el principio del esbozo de una realización.
El obstáculo principal se llama Sharon. Ningún otro dirigente - excepto Georges Bush - podría, como él, violar las Resoluciones de la ONU, despreciar al Tribunal de La Haya, ignorar la Unión sin atraerse represalias. A él, la Comisión acabó de proponerle formar parte de un "círculo de amigos" y beneficiarse de las ventajas de su nueva "política de vecindad". Esta medida corre el riesgo de ser mal entendida por la gente que no soporta ya la política de "dos barras para medir". Mi petición, en este caso, Sr. Barroso, es que disipe toda ambigüedad a este respecto respondiendo a una doble cuestión: ¿Qué va a exigir del Sr. Sharon? ¿Y qué medida preconizará si persiste a ignorarle?
No cabe duda de que se seguirán sus respuestas acerca de estos tres asuntos con mucha atención. Les agradezco.